A menos de tres meses para los comicios generales y con el programa electoral a medio hacer, el Partido Socialista ha mostrado cuáles van a ser sus cimientos en política educativa para la próxima legislatura en el caso de ganar las elecciones. En la conferencia 'La Educación y la Cultura, ejes de una política de progreso', José Luis Rodríguez Zapatero ha anunciado que «no habrá nuevas leyes educativas», ya que lo que se persigue es garantizar la «estabilidad» del sistema. Entre sus promesas figuran estimular el éxito escolar con premios a los alumnos con mejores resultados y lograr que el 50% de los estudiantes de Bachillerato y Formación Profesional (FP) tenga ayudas. Al referirse a la Universidad, Zapatero recalcó que con la aprobación de la nueva ley y la entrada en el Espacio Europeo de Educación Superior se ha conseguido dar «más libertad» a los centros y quitar «corsés muy acendrados».
Uno de los propósitos del presidente del Gobierno será lograr que el sistema universitario español se sitúe entre «los 10 primeros del mundo». Una labor que, 'a priori', se presenta complicada, ya que nuestras universidades están muy por debajo en el 'ranking' mundial elaborado cada año por la Universidad Jiao Tong de Shanghai. Las primeras: las de Harvard, Stanford y California-Berkeley, todas ellas en Estados Unidos.Según esta clasificación, para encontrar la primera institución española hay que descender hasta el puesto 170, en el que aparece la Universidad de Barcelona. En la franja que comprende desde el puesto 203 hasta el 304 desfilan la Autónoma de Madrid, la Complutense y la Universidad de Valencia.
Zapatero tiene claro que «nunca han estado los ciudadanos españoles mejor formados que ahora». Una afirmación que muchos expertos no comparten. Javier Laspalas, profesor del Departamento de Educación de la Universidad de Navarra, considera poco acertado que el Gobierno reste importancia «a los graves problemas que afectan al sistema de enseñanza español», y advierte de que aunque la financiación haya crecido, «no parece que los resultados sean mejores». «(Los jóvenes) nunca han estado tan escolarizados, pero eso no quiere decir nada. Lo importante es si aprenden lo suficiente», apunta.
No obstante, para conseguir estos resultados queda mucho trabajo por delante en todo el ámbito de la educación. Ya conocemos la situación en la que se encuentra nuestro país y son necesarias reformas o el impulso de nuevas maneras y métodos de aprendizaje y formación para llegar un poco más alto.
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